"UNA BRISA TENUE susurraba entre los árboles, y Tom temía que pudieran ser las ánimas de los muertos que se quejaban al ser molestadas. Los dos hablaban poco, y eso entre dientes, porque la hora y el lugar y el solemne silencio en que todo estaba envuelto oprimían sus espíritus. El graznido lejano de una lechuza era el único ruido que rompía aquel silencio de muerte. Las reflexiones de Tom iban haciéndose fúnebres y angustiosas. Había que hablar de algo. Por eso dijo, en voz baja:
-Huck, ¿crees que a los muertos les disgustará que estemos aquí?"
Otras obras de Mark Twain:
- Las aventuras de Huckleberry Finn
- Príncipe y mendigo
- Un yanqui en la corte del Rey Arturo
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